Una empresa transfiere parte de su producción a otro país cercano y con husos horarios similares. Esto ahorra tiempo y costos. Cómo funciona y quiénes lo hacen.

El nearshoring crece en México y cada vez más empresas de Estados Unidos y de otros países utilizan esta estrategia: es la externalización por la que transfiere parte de su producción a terceros que, a pesar de ubicarse en otros países, están localizados en destinos cercanos y con una zona horaria similar.

El director general de Economy, Business & Indicators (ECOBI), John Soldevilla aseguró a Forbes que el nearshoring en México representa una oportunidad económica para el país comparable con lo que se vio tras la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994 y bien aprovechado puede generar el mayor crecimiento económico desde el “milagro mexicano” (1941-1982).

México tiene excelentes ventajas competitivas, que a su vez representan una solución para industrias de EEUU.  Primero, presenta incentivos fiscales y económicos para los inversores extranjeros y salarios mucho más competitivos.

Además, es el vecino más cercano de un mercado enorme, con sólidas cadenas de producción y logística desarrolladas por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y procesos y envíos más cortos que desde otros países; además de husos horarios similares.

Como plus, México tiene mano de obra calificada, firmó acuerdos comerciales con el mundo, es el mayor exportador de manufacturas de América Latina y el principal proveedor comercial de Estados Unidos, superando a China.

En 2023, ingresaron a México 36 mil 58 millones de dólares de inversión extranjera, y los expertos creen que el ‘boom’ podría comenzar a materializarse en los próximos dos años.

Los casos más emblemáticos son los de las empresas Tesla en Nuevo León, que podría invertir entre 5 y 10 mil millones de dólares, y Mexico Pacific Limited en Sonora, que anunció una inversión por 14 mil millones de dólares.

Historias de éxito

Todos los fabricantes estadounidenses, tanto grandes como pequeños, pueden comenzar con nearshoring en México, con un buen asesoramiento legal y comercial.

De hecho,  Scotiabank cree que por lo menos 3,000 empresas de todo el mundo apuntan a México como una excelente plataforma para invertir en capacidad de manufactura; por lo que el banco canadiense quiere aprovechar este fenómeno para crecer de una manera acelerada en el país y ser el proveedor financiero por excelencia del corredor norteamericano.

Algunas de las empresas que operan en México:

•          Whirlpool, la empresa estadounidense de electrodomésticos, es un gran ejemplo de una empresa internacional que realizó el nearshoring de sus operaciones manufactureras a México. Actualmente, alrededor del 80% de sus máquinas se fabrican y exportan desde México a EE. UU. y Canadá.

•          Honeywell, el gigante industrial que produce componentes aeroespaciales, también ha hecho nearshoring de parte de sus operaciones a México. Con la ayuda de más de 10.000 trabajadores, en particular su fábrica aeroespacial de Mexicali (componente del grupo aeroespacial de Baja California), produce constantemente bienes de alta calidad.

•          General Motors ha estado en México desde los años 60 y actualmente opera en cuatro plantas diferentes: San Luis Potosí, Ramos Arizpe, Coahuila, Silao, Guanajuato, y una fábrica de motores en Toluca, Estado de México. Por número de unidades fabricadas en 2018, GM fue la automotriz más grande de México, al producir más de 800,000 autos. Debido al volumen, los proveedores se sienten atraídos por estas instalaciones, lo que ayuda a GM a reducir el inventario y aumentar la flexibilidad.

•          Solarever Group, La empresa china reveló planes para instalar una planta de baterías para vehículos eléctricos en el municipio de Zacoalco de Torres, en Jalisco, con una inversión de US$1.000 millones durante los próximos cuatro años.

•          BMW invierte US$875 millones en su planta de San Luis Potosí para producir su línea de vehículos eléctricos Neue Klasse a partir de 2027. La inversión incluye 500 millones para construir una fábrica de baterías, que utilizará litio de Argentina y Australia, y podría algún día abastecerse del metal que se produce en México.

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