Los grupos de WhatsApp se han convertido en algo agobiante. Y los laborales pueden ser aterradores, ya que los avisos importantes se mezclan con chistes y memes. Cómo manejarlo.

La cantidad absurda de chats grupales en los que nos encontramos atrapados puede volvernos locos. Slack, WhatsApp y Teams nos obligan a la revisión continua, pero la mala noticia es que entre chistes, comentarios sin trascendencia y memes se pasan avisos importantes de los que te puedes perder.

El manual de supervivencia para mantener la cordura y la productividad indica que debes mirar por encima todo lo que sea intrascendente, no participar de conversaciones que no tienen que ver y no responder si alguien pregunta por algo que no sabes.

Aquí van algunos tips

1. Silencia notificaciones

El primer paso para mantener la paz mental es darle un descanso a tu cerebro y a tu celular. La mayoría de las aplicaciones de mensajería permiten silenciar los chats o desactivar las notificaciones de ciertos grupos por un periodo de tiempo.

Silenciar el chat no solo reduce el estrés, sino que también te permite concentrarte en lo que realmente importa: trabajar.

2. Desarrolla el arte del “seen sin responder”

Uno de los mayores mitos de la era digital es que leer un mensaje te obliga a responderlo al instante. El “visto” es una herramienta poderosa cuando se usa correctamente. Es improductivo contestar a “mi hijo está enfermo” “Que se mejore”. Porque los chats pasan a ser: que se mejore, que se mejore, que se mejore, que se mejore, y asi hasta el infinito. Tú no estás obligado a participar, y menos si eso entorpece comunicaciones importantes.

El truco está en responder solo lo esencial y dejar el resto.

3. Usa la excusa del “trabajo importante”

Si te ves acorralado en una conversación interminable sobre un tema que no tiene que ver con la empresa, un buen truco es mencionar que estás trabajando en algo “súper importante”. “Perdón, estoy terminando un reporte urgente”, o “Me desconecto, tengo una reunión ya”, son útiles para desaparecer elegantemente del chat sin herir susceptibilidades.

4. Configura un horario de consulta (Sí, incluso en el chat)

No es necesario estar disponible las 24 horas para responder a todos los mensajes. Puedes establecer horarios específicos para revisar el chat grupal, por ejemplo, cada dos horas o antes de finalizar el día. Si alguien te reclama por no responder al instante, simplemente puedes decir que estabas enfocado en tu trabajo.

La clave está en ser eficiente: resuelve todo lo que puedas cuando revises el chat y luego vuelve a lo tuyo. Con suerte, para cuando regreses, la conversación habrá mutado hacia otra cosa totalmente irrelevante.

5. Sé claro

Cuando todo se tranquilice o nadie esté enojado, sugiere que se use el Teams y Slack solo para tareas puntuales y no para comentarios sobre política, clima o series. Si existen estos dos canales de comunicación, puedes salirte del grupo de WhatsApp argumentando: que no te funciona el celular, que no usarás más WhatsApp, que el aparato va a tus hijos cuando hacen las tareas y lo tienes limitado o que simplemente no lo consideras un canal laboral.

Si todas estas técnicas fallan y sigues atrapado en el chat grupal de la oficina, el último consejo es desarrollar una mentalidad zen. Al final del día, los chats grupales son parte de la vida moderna. Respira profundo, acepta que los GIFs y las discusiones interminables no van a desaparecer, y elige tus batallas sabiamente.

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