Si a mitad de año ya sientes un desgaste mental difícil de sobrellevar, es hora de que prestes atención. El desgaste laboral es algo serio y debe tratarse.

El desgaste laboral, también conocido como burnout, es una forma de estrés relacionado con el trabajo y el ajetreo de la vida diaria que se manifiesta a través de agotamiento físico y emocional. Puede hacerte sentir inútil, impotente y vacío.

Aunque el agotamiento no se clasifica como una enfermedad médica, algunos expertos creen que puede estar vinculado con trastornos como la depresión, e incluso puede aumentar el riesgo de padecerla. Sin embargo, es importante destacar que el agotamiento y la depresión no son lo mismo y requieren tratamientos diferentes.

Factores como la personalidad y experiencias laborales previas pueden influir en el riesgo de sufrir desgaste laboral, lo que explica por qué dos personas con los mismos problemas en el trabajo pueden reaccionar de manera diferente: una puede experimentar agotamiento laboral y la otra no.

Síntomas del desgaste mental

Para identificar si estás experimentando desgaste mental, considera las siguientes preguntas:

¿Te cuestionas la importancia de tu trabajo?

¿Te cuesta empezar la jornada laboral?

¿Te sientes aislado de tu trabajo y compañeros?

¿Pierdes la paciencia con colegas o clientes?

¿Te falta energía para desempeñar bien tu trabajo?

¿Te resulta difícil concentrarte?

¿Sientes poca satisfacción en lo que haces?

¿Te sientes decepcionado con tu trabajo?

¿Dudas de tus habilidades y capacidades?

¿Recurres a la comida, drogas o alcohol para sentirte mejor?

¿Han cambiado tus hábitos de sueño?

¿Tienes dolores de cabeza, problemas estomacales u otros problemas físicos sin causa aparente?

Si respondiste afirmativamente a alguna de estas preguntas, podrías estar sufriendo de desgaste laboral. Considera hablar con un profesional de la salud, ya que estos síntomas también pueden estar relacionados con otras enfermedades, como la depresión.

Posibles causas del desgaste

El desgaste laboral u social puede ser provocado por varios factores, entre ellos:

Falta de control: No tener poder de decisión sobre tu horario, tareas o carga laboral puede llevar a agotamiento.

Falta de claridad: No estar seguro de lo que se espera de ti puede hacerte sentir incompetente.

Conflictos con otros: Tener problemas con compañeros o jefes puede generar estrés.

Sobrecarga o falta de trabajo: Estar abrumado o aburrido en el trabajo puede conducir al agotamiento.

Falta de apoyo: Sentirse solo en el trabajo o en la vida personal aumenta el estrés.

Desequilibrio entre vida y trabajo: No disponer de tiempo ni energía para la vida personal debido al trabajo puede resultar en desgaste laboral.

Factores de riesgo:

Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desgaste laboral incluyen:

Sobrecarga laboral y largas horas de trabajo.

Dificultad para equilibrar la vida personal y laboral.

Trabajar en profesiones de servicio que implican dar mucho a los demás.

Sentir que no tienes control sobre tu trabajo.

Consecuencias del desgaste laboral

El problema se pone peor cuando sientes:

Sensación de vacío y desmotivación.

Incapacidad para afrontar problemas.

Problemas de sueño.

Sentimientos de tristeza, enojo o indiferencia.

Mayor consumo de alcohol u otras sustancias.

Desarrollo de enfermedades cardíacas, hipertensión o diabetes tipo 2.

Mayor susceptibilidad a enfermedades.

Cómo manejarlo

Aunque el desgaste laboral a menudo involucra aspectos del trabajo o de la familia fuera de tu control, existen estrategias para manejar el estrés:

Analiza tus opciones: Establece metas realistas y considera buscar otro trabajo si la situación no mejora.

Busca apoyo: Habla con compañeros, amigos o seres queridos. Un sentido de pertenencia puede protegerte contra el agotamiento.

Prueba actividades relajantes: Yoga, meditación y taichí pueden ayudar a reducir el estrés.

Haz ejercicio: La actividad física regular puede aliviar el estrés y desconectar la mente del trabajo.

Duerme bien: El sueño ayuda a restaurar el bienestar y protege la salud.

Practica la atención plena: Mantén la conciencia de tus experiencias presentes sin juzgar, lo que puede ayudarte a enfrentar mejor los desafíos del trabajo.

Mantén una mente abierta: Considera todas las opciones disponibles y pide ayuda. Hay formas de superar el desgaste laboral y proteger tu salud.

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